miércoles, 12 de mayo de 2010

Esa noche

Esa noche, nuestros cuerpos ardientes como tizones se hicieron uno. Danzamos en nuestro rito prohibido hasta el amanecer dejándonos llevar solo por el deseo, ocultas entre las sombras y riendo como chiquillas.

Entre tantos roces y caricias, de vez en vez se escapaba alguno que otro – te quiero- de tus labios, seguido de un profano beso y una mirada cargada de lujuria. Tan contradictoria la situación como graciosa la vida.

Mis escurridizos dedos recorrían cada centímetro de tu piel erizada, disfrutando tanto su suavidad como tus reacciones. Tu lengua recorría con ansias mi cuello y cargada de frenesí intentabas morderme. Éramos la una de la otra y una sola a la vez. Podía ver en tu mirada el deseo de devorarme. Podía sentirlo en tu ser.

Pero fui yo la que quiso iniciar el juego. Entonces me pose sobre ti y mientras sonriente me acercaba a tus labios deje que mis manos descendieran hasta tus senos y les estruje con fuerza. Aunque intentaste besarme me aparte de tu rostro y acerque mis labios a tu cuello; no pude contenerme. Anhelaba tu aroma y tu sabor, asi que hinque mis dientes sobre tu delicada piel mientras hacía descender mis manos hasta tu palpitante vientre.


Sentí como tus brazos rodearon mi torso y como tus uñas se hincaron en mi espalda. Acto seguido musitaste – ¡Agh!- y no pude evitar intentar hacer completamente mia. Deje que mi aliento bañara tu pecho y que mis dedos se sumieran en la calidez de tu ser. – No te detengas – ordenaste.

lunes, 19 de octubre de 2009

Ojos nuevos: la evolución de la visión. Extraido del libro del clan Malkavian

Hace tiempo, existían pequeños bichitos, pequeñas criaturas unicelulares que podían dar tumbos y oler unos pequeños cambios químicos en la sopa orgánica del mundo. “Esto es todo lo que se puede conocer”, declararon, y continuaron con sus existencias satisfechas, absorbiendo y dividiendo, dividiendo y absorbiendo, y haciendo muchos más de ellos mismos.

Pero unos pocos radicales sabían de alguna manera que existían otras cosas allá afuera, aparte de las proteínas y las cadenas de aminoácidos. Lo podían notar en sus cilios, sentir en los flagelos y lo sabían en su núcleo. No podían demostrarlo, pero sabían que había más cosas que saber sobre Lo Que Hay Allá Afuera. Aunque la mayoría de la comunidad bacteriológica rechazaba estas tesis radicales y pensaba que eran unos locos, una reducida minoría quería levantar el velo hacia el resto del universo.

Por ello, arriesgaron su vida eterna y, con miedo y agua caliente, se organizaron en criaturas pluricelulares. En ese momento trascendental ¡ABRIERON SU PRIMER OJO! No exactamente un globo ocular, desde luego, pero un conjunto de verdaderos nervios funcionales.

¡Buena idea! Ahora ellos podían SENTIR su conexión con la sopa química, se aglomeraban a su alrededor y sabían mucho más sobre los insensibles, a los que devoraron. La oscura, tranquila, calmada charca insípida de ligeras variaciones químicas se convirtió en un caldo de cultivo de pellizcos, sacudidas y golpes. Bastante quemada por esta nueva oleada de datos, la nación nematoda inventó el sexo. Otra buena idea, porque no sólo se multiplicaron como locos, sino que también en ese momento mágico de fornicación frenética, también entraron en contacto con un relajante y profundo sentimiento en sus grupos de nervios.

¡Aún había más que conocer! Aunque el resto de los gusanos se burló y los llamó locos, los pocos pioneros concentraron sus nervios en la dirección hacia el estímulo débil, débil, imposiblemente débil que les hacía señas, y en un momento trascendental, ¡ABRIERON SU SEGUNDO OJO!

¡Luz! ¡Color! ¡Películas en color! ¡Otra buena idea! Más partes del universo se mostraron ante ellos, una sensual cornucopia de información sobre Lo Que Está Allá Afuera, y su conexión con ello; y se atiborraron de ello: comiendo, reproduciéndose, y viendo 600 canales de tele por cable. Un frenesí de diversión más tarde, la sopa orgánica estaba llena de estos Hijos de los Grupos de Nervios Organizados.

Aunque muy dentro de sus ganglios sabían que había más que conocer, muchos de ellos repitieron el error que hicieran sus ancestros unicelulares hace tanto tiempo. Se mofaron de la noción de que había algo más que ser conocido y alguna manera más de conocerlo, y llamaron a los disidentes locos. Sí señor, unos locos pioneros de nuevo concentraron sus conciencias en el calmado, dulce sonido que estaba al otro lado del precipicio de consciencia sensorial, removieron algo en algún lugar en el interior de los huecos de su sistema glandular y, en un momento trascendental, ¡ABRIERON SU TERCER OJO!

¡Buena idea, otra vez! Recibieron mensajes e información sensorial desconocidas para la vaca media o el analista de mercado estándar, y tan difícil de expresársela como es explicar trigonometría a un gusano de la fruta. Dieron un salto cuantitativo hacia delante en el conocimiento de Lo Que Está Allá Afuera y su inefable conexión con ello. Pero el resto de las vacas y los analistas de mercado les llamaron locos. Bien, veintitrés trillones de bacterias dijeron lo mismo hace cien millones de años. ¿Y adivinas donde están ahora? ¡Aún son bacterias!

Por esto te digo, ¡sé loco! Estate dispuesto a ser demente antes que el resto del mundo. ¡lleva tu locura individual con orgullo! ¡Supera la tiranía de tus sensores neurológicos y Tómate unas Vacaciones de Tus Sentidos!

martes, 6 de enero de 2009

Inicios...

Año 1880, Madrid, España

La primera cosa que vi fue a un hombre alto, blanco, de cabello plateado que le llegaba a los hombros y ojos grises, estaba a un lado de la cama en la que yo me encontraba con esa mirada calida…

-Despertasteis al fin mi chiquilla- me dijo con esa dulce voz.

-¿Qui-Quien sos? ¿Quién soy? ¿Dónde estoy?-fue lo unico que pregunte.

Me levante de la cama, y me acerque a un espejo. La chica que me devolvió la mirada tenía los ojos cafés, la piel morena y el cabello castaño oscuro, largo y ondulado. Media poco mas de metro y medio y era delgada.

- ¿yo? Eso no importa, podéis llamarme padre si así lo deseas… ¿tu? Quien sois, eso no lo se, pero se que tu nombre es Anette, perteneces al mundo de la noche, sois lo que los humanos llaman un vampiro, un vástago. Y por ultimo, estáis en Madrid, España.

-Anette- musite-vástago? No entiendo…

No es necesario que lo entendáis por ahora -me dijo mientras que colocaba su mano sobre mi frente -de momento, ¿no tenéis hambre?

En eso apareció una mujer, mi “padre” la trajo hasta mí, y esta me mostró sus muñecas, con algunas marcas. De repente me vi invadida por una inmensa sed, incontrolable, que me quemaba, y me lance sobre esas muñecas; le clave mis colmillos (¿colmillos? Oh demonios, tengo colmillos… ¿Qué coño soy?) Y comencé a sorber, ¡su sangre me traía un inmenso placer! ese sabor metálico… me estaba perdiendo en ese liquido escarlata cuando mi padre noto que perdía el control y me separo.

Tenemos prohibido matar a los humanos, tened mas cuidado para la próxima vez -me dijo mientras sostenía a la mujer, la cual se había desmayado -lamed sus heridas para que se cierren, y mejor descansad, tenemos todo el tiempo del mundo para charlar.






A la noche siguiente, al despertar me encontré sola y sentí pánico, salte de la cama y Salí de la habitación para encontrarme con un largo pasillo, corrí por el buscando la voz de ese hombre, hasta que la escuche escaleras abajo, estaba en una habitación con elegantes muebles, y hablaba con otro hombre.

- Pero Nathan! ¿Estáis seguro de que queréis esto? ¿Sabes lo que es ella no? - decía un hombre tras la puerta – ¡Te buscaran! ¡No la podrás esconder para siempre! Además…

-Ellos han decidido, no puedo hacer nada más. Negarme seria tomado como un acto de traición.

No lo podía creer... ¿Hablaban de mi? ¿Así que este hombre si sabia quien era? En ese momento la puerta se abrió y los dos hombres dirigieron sus miradas hacia mí.

-¡Anette! Despertasteis al fin… permitidme presentarte a un viejo amigo- El hombre que acompañaba a mi padre era mayor, tenia la cabeza rapada y no era muy alto – Su nombre es Manolo…

¿Ostias pero si esta es vuestra chiquilla? –Dijo Manolo algo nervioso – Es todo un placer Anette, espero verte pronto en tu presentación, eh… debo irme ya Nathan, debo atender otros negocios.

El hombre estrecho la mano de mi padre y se retiro. Pero esa conversación nunca seria olvidada por mí.

-Necesito explicaciones- dije sin pensarlo.

-Ponte cómoda, esto llevara rato.

Comenzó por contármelo todo, lo que se cree del origen de nuestra especie, los 13 clanes, la yihad, una guerra eterna y ka gehena, el fin de los vástagos. Me hablo de la camarilla y el sabath, del nuestro clan, toreador, y sus habilidades especiales.

¿Qué? Clanes, Antidiluvianos, Caín… ¡En realidad no entendía nada! Mi cabeza iba a explotar ¡joder!, tenia tantas preguntas… pero por mucho que lo intentara no lograba entender…



Una hoguera… es de día… estoy dentro de la hoguera… ¡las llamas me queman! Veo entre la multitud a un hombre de cabellos plateados y largos como los de Nathan… Un hombre bajito y calvo y a una mujer, bajita de expresión seria… Los 3 llevan capas negras que los cubren… ¡me quemo! ¡Auxilio!

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Desperté, pero ¿porque veo así? ¡No hagan tanto ruido por favor! Mi piel… Siento hasta una mota de polvo que caiga sobre mi… ¿Qué me ocurre?

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

¡Anette! Estas bien?- corrió mi padre

-Yo-yo… ¿que me pasa? ¿Porque siento todo tan intensamente?

- Cálmate, piensa de volver a la normalidad y lo lograras…

Me calme… ya… todo esta bien…
En un instante logre volver a la normalidad, y enseguida salte sobre mi padre a exigirle una explicación.

-quizás recuerdas cuando la otra noche te hable de nuestras habilidades…- Comenzó calmado a explicarme - Bueno, lo que acaba de ocurrir es que activaste sin querer la forma mas primitiva de una de nuestras habilidades, auspex.

¿Pero porque? ¿Porque desperté así? ¿Después de esa extraña pesadilla?

-Ah eso ocurre con bastante frecuencia- dijo sin preocuparse demasiado- algunos de nosotros sufrimos de ese tipo de dolencias…


Año 1885, Madrid, España

Despertar otra noche mas… 5 años intentando entender… 5 años investigando. Hora de levantarse e ir a la biblioteca de mi padre, quedan pocos libros que no haya leído allí.

Hola corazón, ¿como despertáis? – Me pregunta mi amado padre – quizás esto no te guste pero… hoy iremos a una reunión social…

Si es vuestro deseo os acompañe padre – corrí a arreglarme, durante este tiempo había aprendido a quererlo como más que a un padre, amaba a ese hombre y haría cualquier cosa para complacerlo… era tan extraño…

Esa noche me llevo con la camarilla… Al fin fui presentada… Todos me miraban, me evaluaban… así que decidí usar mi “presencia” para hacer las cosas un poco más interesantes.

No me despegue de mi amado padre en toda la noche, bebí un par de copas de vitae solamente y mi fui presentada con el príncipe de Madrid, un hombre frío e imponente… me observo con detalle y le dijo q mi padre que tenían que hablar mas tarde…

A partir de esa noche salía seguido a reuniones y fiestas con mi padre, era su muñeca, le gustaba exhibirme en publico, mostrar a su chiquilla… siempre seria su chiquilla…




Año 1918, Madrid, España

Padre… con respecto a la posición económica de este país…

- Anette… ¿qué os dije sobre eso? no nos interesa la vida de ellos… ya dejadlo – dijo Nathan con fastidio…

Ya era la tercera vez que discutíamos sobre el tema en esta semana, solo era curiosidad, y por curiosa, envié un artículo a un periódico mortal, bajo el pseudónimo de La Pasionaria.

Anette!... ¿e-esto? Es tuyo? En que momento?- mi padre me miraba espantado, a el le gustaba leer el periódico, y por casualidad encontró mi articulo…

Padre… Dolores (parte del ganado que atendía la mansión), le he pedido que interceda por mi en este asuntillo de La Pasionaria… es solo un juego… para entretenerme por un tiempo… mas nada.


Año 1937, Madrid, España

-Hija, ¿no creéis que esto de La Pasionaria se ha ido un poco lejos ya? –Me pregunto mi padre una noche mientras comíamos.- Esto de involucrarte en la guerra de este país…
Ya pareces más chiquilla de un ventrue que mía… Metiéndote en la política de los mortales…

Oh padre… No veo que tenga de malo... Además, Dolores es la imagen pública…
“No Pasaran” jajajajajajaja – ¿sabéis padre? –Pregunte con cierta picardía- Me gustaría aprender algo divertido…

-¿Algo como que queréis? ¿Algo para sacarte de la biblioteca? – pregunto mi padre casi emocionado. Yo pasaba demasiado tiempo en la biblioteca, escribiendo, leyendo e investigando… aun no encontraba respuestas…- ¿qué os parece si aprendes a disparar?

A partir de allí practique tiro al blanco cada noche, atendí a disparar casi cualquier cosa, y me hice mas fuerte… No se porque quería ser mas fuerte… quizás esa conversación todavía me quitaba el sueño… ¿te buscaran? padre… ¿estas en peligro?



Al tiempo comencé a hacer trabajos para la camarilla… leer tanto me proporciono información que casi ningún vástago en España poseía, sobre ocultismo, y manejaba muchos idiomas. Eso me quitaba tiempo para investigar, pero a la vez tenia acceso a libros casi únicos… valía la pena el esfuerzo…



Año 1960, Madrid, España

-Hija, ¿no creéis que ya es tiempo de dejar el asuntillo de La Pasionaria?- Pregunto mi padre una vez mas – puedo arreglarlo todo con Dolores, y no habrá de que preocuparse, ella siempre pesara que fue la que escribió e hizo todo.

Aun no quería dejar el asunto… ¿Pero como decirle que no a mi padre?

- Si padre, me dedicare por completo a mi investigación, y a mi entrenamiento.

“y a ti” – pensé.

¡Joder! ¡Ya era hora!¡Entonces me encargare de eso ahora mismo! – Dijo emocionado mi padre, al fin se desharía de ese embarazoso asunto…



Año 1975, Madrid, España

Hoy mi corazón ha sido invadido por una inmensa tristeza, mi amado padre se va…
No sé cuándo volverá, ya que la camarilla le ha encomendado unos asuntos de los cuales el no me ha querido hablar.

-Solo es por un tiempo mi chiquilla, volveré… - Me dijo con ternura mientras acariciaba mi rostro – Además, estaremos en contacto; os prometo que llamare seguido ¿sí?.

-Promete que volverás a salvo… ¡Es lo único que os pido padre! – Fue lo último que le dije entre sollozos, Luego corrí, sabiendo en el fondo que esa sería la última vez que lo vería…

Y esa fue la última vez que lo vi, el cumplió con su promesa de llamar casi a diario, pero nunca fue muy especifico sobre su paradero y mucho menos sobre su regreso.

-Pronto terminare mi chiquilla, y nos volveremos a ver –Era lo que siempre me decía.


Y así pasaron los años… Siempre esperando ansiado su regreso…


Año 1983, Paris, Francia

Me encuentro en Francia en una importante tarea, pero esta no ha sido encomendada por la camarilla, sino por mi padre… Quiere que me encargue del montaje de una obre teatral, dice que tengo talento para esto. La Obra a dirigir: Romeo y Julieta… Un amor prohibido, ¿Tanto como el de mi padre y mío? No… esas son tonterías de mortales...
Sera divertido supongo, Vamos a ver qué pasa.

Esto de definitivamente aburrido, Me dedicare a la literatura, o a las artes plásticas, quizás hasta a la actuación, pero definitivamente lo mío no es la dirección.

-Padre… No me pidáis de nuevo que me encargue de cosas así –Le pedí con voz cansada.

Jajaja…- Esta bien mi chiquilla… no volverá a pasar.


Año 1990, Caracas, Venezuela

Es la primera vez que vengo a este país, mi padre quiere que entregue algo importante a un viejo amigo suyo: El príncipe de esta caótica ciudad. Se me está haciendo divertido esto de pasear por el mundo haciendo labores para mi padre, además de para la camarilla…

En este país realmente se encuentran mujeres hermosas, ¡no puedo dejar de mirarlas! Casi no puedo controlar mis ansias de posar mis colmillos sobre ellas y hacerlas gemir… Desde hace unos años para acá me estoy sintiendo descontroladamente atraída por las mujeres, y lo peor del caso es que no le encuentro nada malo…

El príncipe de esa ciudad me ha pedido un par de favores, creo que me quedare un par de años por acá. Mi primera misión, descifrar unos manuscritos que contienen información importante con respecto al ritual llamado diablerie, y los inicios de los experimentos de los “brujitos”. Esto me dará muchas pistas, lo presiento.




Año 1993, Mérida, Venezuela

He sido enviada aquí para trabajar en la cacería de un vástago que ha creado a un chiquillo sin el consentimiento de la camarilla, Tengo permitido cometer diablerie y poseo el conocimiento para hacerlo, pero estos dos pertenecen al clan llamado Malkavian, son unos malditos dementes… no quiero terminar como ellos, así que será para otra ocasión…

La misión se ha complicado… El vástago estúpido ha sido secuestrado, el chiquillo ha huido y parece que ha sido capturado por unos tipos del clan Gangrel; creo que iremos primero por el chiquillo, quizás tenga sobre el paradero de su sire.

Es la primera vez que trabajo con una gente así… Ha pasado una hora después de la acordada y nadie ha llegado aun.

-Disculpa el retraso -Dice una chica tras de mí, aunque noto que no está para nada avergonzada. Es un vástago, y no trae malas intenciones, es lo que me dice su pálida aura. También puedo decir con la información que tengo que pertenece al clan Ventrue, debe ser una mandona. Pero no puedo negar que esta bastante buena…

-No es problema, ya me he acostumbrado a que la gente de este país llegue tarde, aunque en realidad me extraña de usted. –Me atreví a decirle.

-Explícate –Me dijo con voz dominante, y las palabras salieron solas de mi boca.

-Os he leído, ¿perteceneceis al clan Ventrue no?

Sé que no debí revelar esa información, lo tenemos prohibido, pero no pude evitar sucumbir ante los efectos de esa habilidad llamada dominación… Mi padre también la poseía, me dijo que un amigo se la enseño.

Al rato aparecieron los demás, Un Gangrel, otra de mi clan y, por desgracia para todos un Malkavian.

Encontramos al chiquillo en un parque, un grupo de vástagos del clan Gangrel lo tenía, y después de algunas negociaciones, logramos rescatarlo.

-Cucú! Déjenme al chiquillo, ¿el y yo tendremos una charla y después hablaremos con su papito lindo no? – Dijo ese demente mientras le tomaba entre sus brazos.

Lo siguiente que escuchamos fueron gritos de locura, de agonia, de dolor… Realmente creí que me volvería loca, que no lo soportaría… Después el Malkavian que nos acompañaba comenzó a hablar solo en voz muy alta, como si estuviese hablando por teléfono (incluso se puso una mano en el oído), y al rato volvió.

¡Ya lo encontré!- Dijo alegremente mientras daba una voltereta. -¡Síganme Camaradas! ¿Lo entiendes? ¡Camaradas! Jajajajaja.

Nuestra sorpresa fue que quien tenía a nuestra presa era un Brujito que pertenecía al Sabath, y que estaba experimentando con su sangre. Pobre idiota, debió tomar en cuenta que absorbería la locura del Malkavian… Cuando le encontramos ya no nos servía de nada, así que simplemente le matamos y nos llevamos nuestra presa, (nadie fue tan estúpido como para cometer diablerie).

Ahora me quedan más preguntas sin respuesta… ¿Por qué el sabath se interesa ahora por la investigación? Tendrían que estar muy desesperados por encontrar algo como para aceptar a un Tremere (les llamamos brujitos por cariño).
Algo está por pasar…

Año 2006, Madrid, España.

Es muy temprano para levantarse… Creo que dormiré un poco mas hoy. Oh, mierda suena el teléfono… ¿Quién será a estas horas? ¿el príncipe? Oh… puede ser que…

-¿Quién es?

-Mi chiquilla… Ha pasado un tiempo –Dijo esa voz… La Voz que quería oír, la voz de mi amado padre.-Te tengo una tarea.

-Solo me llamáis cuando me tienes tarea en realidad, ya no me llamas a saludar. –Le dije un poco resentida.

-Oh amor… No tengo mucho tiempo, así que seré breve, Necesito que vayas a Mérida, Venezuela de nuevo. Tengo una galería de arte allá y me gustaría que te encargaras de ella. Además, el príncipe te tiene un par de trabajos. Manolo esta por allá, ve a verlo. Parte hoy mismo por favor… Me despido, te amo, no lo olvides, siempre te ame.

Y colgó… En ese momento sentí que esa era una despedida… Un terrible vacio lleno mi corazón, y me eche a llorar descontroladamente.

Pero no me puedo poner asi ahora, debo irme ahora… Quizás ahora si logre enfrentarme con lo que soy…